lunes, 4 de abril de 2011

Exageraciones II

Si andas con ganas de quitarte la vida, tenés que buscar una manera creativa. Aquí va la que más me gusta.- Primero tienes que ir a un recital de Spinetta en un teatro. Luego, en la puerta, pedir por favor a alguien que te venda una entrada. Cuando tengas tu entrada en la mano, subes hasta el 5to piso, y, con las piernas colgando, saludas a la gente de abajo. Mientras piensas en el sentido de tu vida, recorrerás los túneles rojos del teatro-.Tienes que tener en cuenta que Spinetta toque "Ludmila" en el recital, sino, tendrás que esperar a algun próximo. En el momento que el flaco empieza a tocar "Ludmila", te despides de tus amigos. Ellos saben lo que harás, y te daran el okey con el pulgar en alto y una sonrisa. Parado en el paraíso, querrás escuchar hasta el final de la canción, pero esto no será posible, en el segundo "luudmiiiiiiiiiiiilaaaa", te lanzarás hacia el escenario. En la caída, tendrás en cuenta en caer cerca de las piernas cruzadas del flaco. Ojo! La intencion no es causarle un daño psicologico, ni siquiera interrumpir el increible recital que está dando. Tus amigos finjirán conmocion, y hasta un drámatico desmayo. ¡Enhorabuena! Tu plan, a resultado increible.

viernes, 1 de abril de 2011

Exageraciones, una historia no del todo verdadera.



Un muchacho se luce en una clase contando con detalles, que un alumno de una amiga habia pasado toda su infancia en compañia del premio nobel argentino de la paz Carlos Saavedra Lamas.

Su amiga alguna vez le habia contando, que su alumno Lorenzo Ferrari habia pasado gran parte de su infancia con el premio nobel argentino de la paz Carlos Saavedra Lamas, ya que vivian en estancias vecinas y las reuniones eran muchas.

Lorenzo Ferrari le contó una vez a su profesora, que varias veces en su infancia habia compartido unos mates con el premio nobel argentino de la paz Carlos Saavedra Lamas, ya que él solia ir algunos meses al año a una estancia, vecina a la de la familia.

Don Ferrari padre, solia jactarse en reuniones, contando que una vez habia compartido un mate con el premio nobel argentino de la paz Carlos Saavedra Lamas, en una de sus visitas a la estancia vecina.

La verdad es que Carlos Saavedra Lamas visito solo aquella vez esa estancia, y que solo pasó por la tranquera de los Ferrari y saludó con la mano.

Pero algunos afirman que era un paisano cualquiera.