A mi nada me contiene.
Nada me aburre ni apabulla.
Nada cargo en mi mochila.
Ni a nada nuevo me entrego.
Nadie tengo que me quiera.
Y nada hago por eso.
A nadie ayudo con su peso.
Ni nada a mi me anima.
Nadie me entiende, y por eso.
Canto sola y sin nadie.
Y nadie quiere que le cante.
Ni mi canto es muy alado.
Y si mi cuerpo es un espanto.
Por lo menos tengo cuerpo.
Y eso yo se lo agradezco.
A nadie y a la nada misma.
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jueves, 17 de marzo de 2011
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