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Me enamoré de un muchacho de Luz y de Miel, allá, como hace tres años y monedas. Me enamoré de su libertad, y de su amor. Les quería contar, las siestas a la noche que suelo tomarme con él, los recreos de la vida, donde para mi paran lo motores, todos. Contarles de lo mucho que me gusta y me cuesta extrañarnos cuando eramos dos niños, cuando él tembló. Eso fue. Me gusta mirarlo cuando no se da cuenta, cuando se asoma por la puerta del lavadero, y me gusta mirarlo mirarme, aunque me da vergüenza. Me fascina cuando algo lo emociona lo entusiasma, su cara de nene feliz. Nene. Que bueno que hoy mi felicidad tenga su nombre de Sol.

Canción sobre canción-

Resulta que una banda amiga me invito a tocar un tema en su próximo recital.
Es un tema que yo amo, es más, con mi banda Mate con Miel, hacemos una versioncita de ese tema. Es la primera vez que voy a cantar y tocar delante de mucha gente. Y la verdad es que si estoy un poco nerviosa. Pero en realidad lo que me da mas miedo es no poder transmitir lo que quiero con la canción. Temo estar tan preocupada, intentando que me salga bien el si menor, y la afinación, que mi cara sea algo raro mezcla preocupación, miedo, pánico etc etc etc ,En fin.
Pero es sencillo. La canción es sencilla. Yo soy sencilla. Me va a salir lindo. A parte me compré un vestido para tocar. Y me queda bien- Se que no tiene relevancia, pero es realmente lindo. No importa. La canción es Me voy, de Julieta Venegas. A casi nadie le gusta. A mi me encanta.