Un día estaba esta chica en su casa llorando, cuando llegó una amiga y le preguntó:
-Uy nena. y ahora que pasa? A lo que ella le respondió.
-(drástica)¡Que va a pasar! ¡Lo de siempre! se me cortó la crema chantilly. Yo estube batiendo por horas, ¡Horas! y no sabes, se me cortó, ¡se me cortó! y aparte no sabes, yo fui y compré la crema, y despues batí, batí como siempre, como siempre batí, y se cortó, ¡se cortó como siempre! y ahora...Voy a batir de nuevo. (Contenta)¡Eso! ¡Batir de nuevo! Como no se me ocurrió antes. ¡Antes!...Pero (triste) ¿Para qué? Si se me va a cortar, como siempre. Como siempre se me va a cortar. Ufa.
Cuando su amiga tubo un segundo para hablar, le dijo con una rotundez dolorosa:
-monotemática.
Y ahi se quedó la pobre chica.
Nada importaba ya las cremas chantillys cortadas, el monólogo sobre estas, ni el ¿porqué? del batimento infinito.
Mostrando entradas con la etiqueta De cremas Chantillyes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta De cremas Chantillyes. Mostrar todas las entradas
lunes, 30 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)